Se sentó en su rincón, como siempre, decidida a pasar las horas llorando y pensando en cómo evitar la comida, en las absurdas excusas que podría ponerle a su madre para no comer. Decidió que sería buena idea comenzar a comer en su habitación; escondió unas bolsas en uno de los cajones de un mueble para así poder ocuparlas cada vez que lleve comida allí.Tenía miedo realmente, no quería enfermarse pero estaba segura de lo que sí quería, ser una hermosa princesa delgada, feliz con su cuerpo, sin ese horrible complejo que la aterraba tanto. Se decidió a jugarse a todo o nada, a perder la vida y ganar la muerte, ella era una niña con los ideales bien puestos y nadie la frenaría.
María Pía.
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